Lo entendemos, la documentación es la parte menos emocionante de la industria de la música. ¿Pero sabes qué es peor que eso? Recibir reclamaciones que comprometan la distribución y disponibilidad de tu catálogo musical.

Para garantizar una cobertura completa de documentación de tu catálogo musical, preparamos este artículo detallando cada tipo de documento y en qué consiste cada uno.

Tipos de Contratos necesarios para distribución digital de música:

Cada canción se origina con una composición, y cada composición tiene un derecho de autor que debe ser registrado en la oficina de derecho de autor del país de composición.

Si la canción que queremos distribuir no consiste en una composición original sino en un cover de una composición de un tercero, nuestra canción es un cover. Para distribuir un cover es necesario contar con una licencia para ello.

Si una composición tiene más de un compositor, estos compositores deben dividir la autoría de la composición en porcentajes que totalicen 100%. Esto se documenta en un documento llamado Contrato de splits de regalías de composición (o Split Sheet en inglés)

📹 Video informativo de nuestro partner The Flou:

Cada canción que se distribuye es un archivo de audio, al que se conoce como Fonograma, Grabación o Master (o "Master Recording" en inglés).

Este archivo de audio debe ser único y estar registrado en una Sociedad de Gestión Colectiva (SGC) o Collective Management Organization (CMO), oficina gubernamental o empresa de administración de derechos conexos correspondientes a los Fonogramas, Grabaciones o Masters.

En dicho registro se establece a los: productores fonográficos, intérpretes y/o titulares. En dicho documento debe estar también definido el código ISRC del Fonograma, Grabación o Master.

Donde realizar este registro varía en cada país, por lo que recomendamos buscar información de tu país para realizar este proceso.

Oficinas de algunos países:

Si la persona o empresa que está distribuyendo una canción no es el titular original del Fonograma, Grabación o Master, el mismo debe contar con una licencia de distribución de distribución de Fonograma, Grabación o Master.

En dicho documento se debe establecer al: licenciante (persona o empresa que va a distribuir el lanzamiento) y licenciatario (titular del fonograma que otorga la licencia). En dicho documento debe estar mencionado el territorio de la licencia, el plazo de la licencia y detallados los fonogramas que incluyen esta licencia, incluyendo el nombre de la canción, del artista y códigos ISRC del/los Fonograma, Grabación o Master.

Cada artista intérprete de una canción es una marca que tiene nombre e imagen. Al distribuir música a los perfiles de plataformas digitales de un artista se utiliza la marca de dicho artista (nombre e imagen), por lo que es necesario contar con un registro de marca de dicho artista.

El registro de marca se realiza en la oficina de Propiedad Intelectual o de Marcas de cada país. La duración y costo de dicho proceso varía en cada país. La duración de la validez de dicho registro de marca también varía en cada país.

Si en una canción tenemos la participación de artistas invitados, necesitamos una licencia de uso de imagen de cada artista. Esto también es necesario si la canción es de dominio público.

Ya sea si compramos un beat de un servicio de Internet o directamente de un beatmaker, normalmente existen dos tipos de licencias. Las licencias exclusivas y no exclusivas de dicho beat.

Una licencia exclusiva te otorga la propiedad única del beat, lo que significa que una vez que lo compras, el productor no puede venderlo a nadie más. Esta opción es perfecta para artistas que buscan un sonido único que no se escuchará ni reutilizará en ningún otro lugar.

Para fines profesionales, es ampliamente mejor contar con una licencia exclusiva del beat de nuestra canción, ya que esta licencia nos garantiza que nuestra canción será la única canción el mundo que pueda usar este beat.

Las licencias no exclusivas son más baratas, pero permiten al beatmaker vender el mismo beat a varios artistas. Es una opción ideal para aquellos que trabajan con un presupuesto ajustado o que no les importa compartir el instrumental con otros ni distribuir a todas las plataformas de música.

Al distribuir pistas con muestras, incluso si son libres de regalías, Random Sounds (o tu distribuidora) puede solicitarte una licencia certificada para estas muestras.

¿Por qué? Porque nuestro software de prevención de fraude se integra con herramientas de terceros (como Pex y ACRCloud) para analizar cada pista subida, comparándola con una enorme base de datos de música con derechos de autor para detectar coincidencias de audio y, por lo tanto, solicitar información adicional.

Si tu canción contiene samples de terceros en el beat que has utilizado, se necesita el permiso explícito del o los titulares de los derechos originales antes de que la nueva pista pueda ser distribuida, de lo contrario, estarías cometiendo una infracción de derechos de autor.

Servicios como Splice suelen ofrecer estos loops/beat como muestras libres de regalías, lo que significa que puedes explotarlos comercialmente sin problemas.

Splice ofrece una herramienta gratuita para exportar un archivo PDF de Prueba de Licencia de los sonidos que has comprado dentro de su aplicación.

Los contratos entre partes son importantísimos para que todos los involucrados en la creación y distribución de música dejen por escrito sus acuerdos.

Este contrato otorga a la distribuidora los derechos para distribuir la música del titular del master en plataformas digitales. Define la duración, territorios, pagos y comisiones, mientras el titular (sello discográfico o artista) mantiene la propiedad de los derechos de grabación.

En un acuerdo fonográfico entre un sello discográfico y un artista y/o más involucrados se establece cómo se dividirán las regalías generadas por el master entre las partes involucradas, como el titular, productores y artistas, especificando porcentajes, métodos de pago y plazos.